Los chunks son elementos léxicos que funcionan en bloque y que se aprenden sin realizar una reflexión gramatical. Son piezas que nos ayudan a completar nuestro discurso para que este sea más fluido. Los chunks son fundamentales en la enseñanza de la lengua desde un enfoque léxico. Este enfoque nace con Lewis en los años 90 y se considera una corriente dentro del enfoque comunicativo. Según Lewis (1993), la lengua no es gramática con léxico sino léxico gramaticalizado. Este autor propone enseñar los chunks en niveles iniciales, sobre todo con alumnos que quieren ganar fluidez rápidamente. En este sentido, una de que las primeras cosas que aprendemos en español es: Hola ¿qué tal?. Lo considero un chunk porque muchas veces, aunque hay una pregunta explícita, no siempre se espera una respuesta a esa pregunta, sino otro saludo.

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Una vez estando en clase, con alumnos de nivel inicial, realicé una actividad para practicar la hora. Hice tarjetas con relojes con diferentes horas y repartí una a cada alumno, para que, moviéndose por la clase se encontraran con un compañero o compañera y le pidieran la hora.

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En seguida me di cuenta de que los alumnos automáticamente establecían la comunicación con: Hola, ¿qué tal? y luego pedían la hora, aunque ese chunk no fuese adecuado a ese contexto en concreto. Quizás sea este el “peligro” de los chunks, aprenderlos de memoria sin ligarlos a un contexto determinado o generalizar, como les pasó a mis alumnos.